Una de las cosas malas de emprender es que estás muy sola. Cuando comienzas un proyecto tan personal como Pepita Limón, pasas muchas horas organizando, tomando decisiones y delante del ordenador. Yo he trabajado toda la vida formando parte de un equipo y la verdad es que aunque parezca increíble echo de menos las reuniones. Pero claro, ahora las reuniones ya no van a ser lo mismo, porque una reunión no tiene por qué ser un collazo en el que alguien habla y habla mientras los demás miran el reloj esperando la pausa del café. Y si no mirad esta merienda con estilo que tuvimos esta semana.
